martes, 9 de diciembre de 2008

LA AVENTURA DE SER DOCENTE


Americo Ruiz Sanchez
“LA AVENTURA DE SER DOCENTE”
Como no estar de acuerdo con los comentarios atinados del maestro Esteve,, como no recordar nuestra primera clase, un manojo de nervios, estresante, vuelvo a ese pasado y como en una película abro la puerta del salón, me presento ante el grupo y comienzo mi tema tipo conferencia ,llevaba mi apunte, afortunadamente no hubo preguntas. Así vamos aprendiendo por ensayo y error, a ir puliendo nuestras participaciones a lo largo del tiempo.
En el fondo aludiendo al pasaje del articulo donde se habla de la interactividad con nuestros alumnos, yo no tenia comunicación verdadera con mis alumnos, solo una manera de educar tradicional, pero: ¿en que consiste el valor de educar a nuestros alumnos?, siento que en darles un valor en primera como persona, la técnica de comunicación ya es importante, porque en el entorno anterior no la teníamos , sin ella estamos perdidos , no tenemos empatía con los alumnos, necesitamos manejar dinámicas para mantenerlos entretenidos cuando menos en ese modulo impartido. Sufre menos un maestro que cuenta con recursos audiovisuales, un cañón por ejemplo, en Enero visitamos un plantel de maravatío Michoacán, donde todos los profesores poseen un cañón para impartir sus clases, no supimos en que porcentaje es efectivo utilizar medios, me imagino que si hicieron una comparación, esta es favorable, bueno fuera que todos los tuviéramos.
Otro de los puntos que toca Esteve es el de que hay que rebajarse(enseñar) al nivel de conocimiento del alumno. En un principio la DGETI contrataba mucho maestro de Normales y a nosotros los de especialidad menos. Pero es cierto que un maestro normalista cuenta con la pedagogía adecuada para su clase, aunque muchos tomaron cursos de verano y estos no son la panacea de la educación, porque en cinco meses estudian lo de cinco años, los que tomamos carreras de economía, contabilidad, etc, es cierto que no contábamos con métodos de psicotecnia pedagógica, de recursos audiovisuales, etc, para la clase y nos quemamos las pestañas cinco efectivos años, sin embargo a lo largo de los años hemos aprendido algunas técnicas que mejoran nuestra participación en clase. Hay compañeros que se molestan que le digan profesores porque argumenta que el estudió contabilidad, y varios le contestan que si no esta a gusto con el plantel, las puertas están abiertas. Sin llegar a los extremos pensamos desde ahí que el maestro debe adaptarse a la escuela y algunos quieren hacer la escuela a su antojo.
En la disciplina debemos de saber controlar a los alumnos, ni muy dictatorial ni muy democrático, ser flexible es en cierta medida aplicar sabiduría a nuestra cotidianidad en el aula.
Esta reflexión del maestro Esteve me cae como anillo al dedo porque también cumplo dentro de unos meses veinticinco años de trabajo, no dejemos que asesinen nuestro yo y seamos maestros de humanidad. Debemos como Ícaro volar en aras de trascender o como Prometeo darle a los humanos el fuego vivificante y aventurero de la ciencia.

2 comentarios:

  1. Américo, de alguna manera tocas un tema poco estudiado en México Los saberes del profesor normalista que se dedica a la docencia versus Los saberes del profesor universitario que también se dedica a la docencia. Alanís Huerta dice, “como concepto y práctica plural, la docencia se aprende en las escuelas formadoras de docentes; pero a ser maestro se aprende dando clases, enfrentando los conflictos, las carencias de recursos de apoyo, la inseguridad personal, y superando las deficiencias profesionales con mucha voluntad, trabajo y dedicación” (Alanís, A. (2001). El saber hacer en la profesión docente: Formación profesional en la práctica docente. México: Trillas, pp. 79-80). Según lo que narras muchos de nosotros de carreras universitarias o tecnológicas fuimos aprendiendo a ser maestros. Felicidades. Américo. Te invito a visitar mi blog: http://ruizortegajose.blogspot.com/.

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  2. Buenas tardes maestro Américo, creo que coincidimos en la manera de como se nos dificultó al principio que empezamos a dar clase y claro que era a base de ensayo y error, pero poco a poco nos fuimos puliendo y en la práctica nos hemos ido puliendo, yo me acuerdo que se nos hacian eternas las horas cuando empezabamos a dar clase y era de entenderse no teníamos la experiencia, mucho menos la pedagogía adecuada para conducir los grupos, creo que además ahora que tenemos algunos años de experiencia no por eso no vamos a seguir preparándonos, el ser humano aprende hasta el último día de su vida.
    ánimo maestro y felicidades por su blog.
    Me despido muy atentamente: José Aurelio.

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